El 21 de marzo de 1960, la policía de Sharpeville, Sudáfrica, abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra el apartheid. Desde entonces, el 21 de marzo se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.
La Federación Sindical Mundial, desde su fundación, ha estado a la vanguardia de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Con la misma coherencia y militancia, nos oponemos al apartheid creado por el estado racista y asesino de Israel. Los sindicatos militantes de clase de todo el mundo se solidarizan con el pueblo palestino, que lucha por la liberación, la supervivencia, la dignidad, contra el genocidio que está teniendo lugar.
Estamos orgullosos de que millones de trabajadores y trabajadoras en decenas de países de todo el mundo se estén movilizando, con las banderas de la FSM, en solidaridad con el pueblo palestino.
Desgraciadamente, en el seno del Movimiento Sindical Internacional no todo el mundo puede sentirse orgulloso. Algunos han perdido la voz y guardan silencio ante este crimen. Insisten en una postura de igual distancia y se pierden en sus posiciones de “sí, pero”, equiparando a los perpetradores con las víctimas.
Exigimos justicia y libertad para Palestina, un alto el fuego inmediato y la creación de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital.
Como se afirma en la Declaración de Roma del 18º Congreso de la FSM, las guerras imperialistas, la pobreza y la miseria como resultado de la explotación de los países en desarrollo, la crisis ambiental, crean millones de refugiados e inmigrantes. Trabajadores que son más vulnerables a la explotación de los empleadores y a las condiciones de trabajo inseguras y no reguladas. Al mismo tiempo, está claro que los grandes flujos migratorios de los últimos años están siendo instrumentalizados por las fuerzas nacionalistas y neofascistas, con el fin de reforzar la xenofobia y el racismo.
La Federación Sindical Mundial expresa su solidaridad internacionalista con los más de 280 millones de trabajadores migrantes de todo el mundo, que luchan por sobrevivir lejos de sus países de origen, que abandonaron para escapar del horror de las guerras y la miseria, y al mismo tiempo son víctimas del racismo y la discriminación.
Como principio fundamental, el movimiento sindical internacional clasista, une a todos los trabajadores en las luchas por sus derechos y reivindicaciones justas, independientemente de su origen, color, idioma y religión, contra la explotación capitalista, el racismo, la ideología fascista y la xenofobia.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, la FSM hace un llamamiento a sus sindicatos afiliados y a los trabajadores del mundo en general, para que continúen e intensifiquen las luchas organizadas y combativas contra el sistema que crea desplazados, migrantes y refugiados, explotación, desigualdad y discriminación.