Dirigentes sindicales de 13 países de todos los continentes, dirigentes de la Federación Sindical Mundial, de DISK, de Nakliyat-Is y de la UIS Metal y Minería, reunidos hoy 18 de junio de 2014 en Estambul, Turquía, durante la Conferencia de Solidaridad Internacional organizada por Nakliyat-Is y la FSM debido a la masacre en la mina de Soma, declaramos a la clase obrera internacional y los pueblos del mundo que “! NO OLVIDAREMOS! ¡NO PERDONAREMOS”.
Declaramos:
La solidaridad con los mineros del carbón y de la clase obrera de Turquía. La muerte de por lo menos 301 de nuestros hermanos es un crimen contra la clase obrera internacional. Los trabajadores de Turquía no están solos, sus hermanos y hermanas, trabajadores y militantes de todos los países de todo el mundo que luchan por los mismos derechos laborales, sociales y democráticos están junto a ellos.
Condenamos al Gobierno de Turquía y a la Soma Holdings Company por su negligencia criminal que pone la vida de los mineros en peligro. Este es un claro resultado de la utilización privada de la mina, la explotación con fines de lucro de la riqueza mineral, la intensificación del trabajo, los recortes en el mantenimiento y equipamiento moderno y la subcontratación de mano de obra. Este accidente fue el resultado esperado del modo de producción capitalista. Apoyamos la lucha del movimiento sindical militante en Turquía en contra de la privatización de las minas y de la riqueza mineral que se debe utilizar para la satisfacción de las necesidades del pueblo.
¡ESTE CRIMEN NO SE PUEDE ESCONDER! Condenamos y rechazamos totalmente el comentario del Primer Ministro de Turquía, Sr. Erdogan y su Gobierno de que éste era un resultado de la “intervención divina” o “el destino de la profesión de los trabajadores mineros”. Estas tácticas tratan de desorientar a la ira y la frustración del pueblo turco. Los ejemplos que él utilizó para su argumento de accidentes en las minas del siglo XIX demuestran que el Gobierno de Turquía y los empresarios quieren que la clase trabajadora viva con las condiciones de trabajo y los derechos laborales de la Edad Media.
Nos comprometemos a continuar los esfuerzos para informar a la clase obrera del mundo de las causas reales, los verdaderos culpables y las soluciones reales con el fin de transformar la ira y la frustración de esta masacre en un movimiento sindical internacional clasista organizado para exigir medidas de seguridad y salud modernas, adecuadas y eficaces en los lugares de trabajo. Exigimos al Gobierno de Turquía a poner en práctica esas medidas en todas las minas de Turquía para que una tragedia así no se lleve a cabo nuevamente. Demandamos al Gobierno de Turquía a ratificar y aplicar el Convenio 176.
Exigimos castigo para los culpables, quienes deben ser llevados ante la justicia, compensación total para todos los familiares de las víctimas.
Las amenazas contra los trabajadores de la mina de carbón de Soma y los familiares de las víctimas tienen que parar.
ESTE CRIMEN NO SE PUEDEREPETIR. Vamos a continuar la lucha por la democracia en los lugares de trabajo y las exigencias al Gobierno de Turquía y la policía antidisturbios para poner fin a la represión de las manifestaciones, el ataque contra los manifestantes, para detener la violación de los derechos sindicales y democráticos en los lugares de trabajo.
Exigimos el fin del sistema de la subcontratación de mano de obra. Exigimos mejores relaciones laborales y condiciones de trabajo para todos los trabajadores.
Denunciamos la existencia y la acción de los sindicatos amarillos que pretenden dividir y debilitar a la clase trabajadora. El sindicato amarillo Maden-Is y su liderazgo con grandes remuneraciones en las Minas de Soma cooperaron con los empleadores y el Gobierno durante las supuestas inspecciones, dio información equivocada sobre el número de los trabajadores por turno, ahora tratan de frenar que los trabajadores se organicen y respondan militantemente a esta masacre.
Exigimos a la OIT y a las Naciones Unidas que se activen y presionen al Gobierno de Turquía a aceptar los derechos de los trabajadores, la democracia y la seguridad en los lugares de trabajo.
Para el cumplimiento de estos desafíos, decidimos nombrar un Comité Internacional de Expertos compuesto por científicos, abogados, analistas internacionales y sindicalistas y continuar, con un estatus permanente, para exponer la verdad sobre la Masacre de la Mina de Soma, para promover la lucha por la protección de la vida de los trabajadores, demandar medidas de salud y seguridad, para intervenir en todas las direcciones y en cualquier nivel.