El primer día de la Conferencia el 12 de Noviembre 2018, ofreció a estibadores y marineros locales e internacionales la oportunidad de hablar sobre las condiciones laborales de su sector en varios países, así como proponer estrategias e iniciativas que fortalezcan sus batallas clasistas. Además, se proporcionó información sobre los puertos de Yibouti.
De parte de la FSM, el Compañero G. Mavrikos, Secretario General de la FSM, saludó la apertura del evento, mientras el compañero Nicolas Ghiokas de la Oficina de la FSM en Ginebra, tomó la palabra para pronuncial el discurso principal de la FSM.
La Conferencia concluirá sus trabajos hoy con la discusión de las conclusiones y con el discurso del Secretario General de la FSM.
Abajo el discurso del compañero Nikolas Ghiokas:
Los amigos de la FSM en Suiza y en la Oficina de la FSM en Ginebra en el OIT, están saludando la iniciativa de UGTD de la organización, con el apoyo de la FSM, de una Conferencia sindical bajo el tema de los Trabajadores del Transporte Marítimo y estibadores de países africanos y mediterráneos.
Más que 80% del comercio en volumen y más de 70% de su valor han sido transportado a bordo de buques y manejado por puertos marítimos en todo el mundo, lo cual subraya la importancia del transporte marítimo para el comercio y el desarrollo. Millones de toneladas de cargo han sido cargados y descargados en los puertos, tanto si se trata de materia prima, como de bienes básicos o mercancias manufacturadas.
Además, millones de personas viajan por mar, como viajeros o tripulación. Se embarcan y se desembarcan en los puertos. Millones de trabajadores venden su mano de obra a empresas navieras, con el objeto de ganarse la vida de las profesiones marítimas, mientras los obreros de los transportes marítimos luchan por seguridad, por salarios dignos y las condiciones laborales a bordo.
Del mismo modo, los puertos y los terminales están en buena medida controlados por compañias privadas y, en particular, el 85-90% de los puertos mundialmente han firmado la colaboración publica-privada, donde todas las funciones, especialmente el manejo del cargo, se llevan a cabo por empresas privadas que, también, contratan a la mano de obra del puerto. Eso resulta en el empeoramiento de las condiciones laborales de los estibadores, la falta de respeto de los convenios colectivos y de las medidas de salud y seguridad.
Por ello, la mayoría de las actividades marítimas y portuarias las tramitan los monopolios capitalistas, a quienes pertenece además casi la flota comercial entera del mundo o de los barcos de pasajeros. Su objetivo es rivalizar con sus competidores e incrementar sus ganancias. Para lograrlo, maximizan la explotación de los trabajadores pagando sueldos, extendiendo la jornada laboral y las horas de trabajo por semana, incrementando la intensidad de trabajo – por ejempo hacen que un trabajador solo logre cumplir una tarea que requiere a más trabajadores- disminuyendo el coste para medidas sanitarias y el riesgo de accidentes para los obreros, a través de no respetar los firmados convenios colectivos laborales. En pocas palabras, deteriorando las condiciones laborales tanto en los puerto como a bordo de los barcos.
Es más, el Convenio Marítimo Laboral del OIT, tiene unas directrices muy generales que no son suficientes para garantizar los derechos de los navegantes y los estibadores, que afrontan los recortes de sus salarios, la restricción de sus derechos, la reducción de la tripulación y de la mano de obra de los puertos.
Asimismo, esos mismos monopolios de los propietarios de buques se aprovechan de que sus actividades se extienden por los cinco continentes, para utilizar la diversidad de legislaciónes nacionales sobre los derechos laborales y de las tasas, con el fin de elegir lo más beneficioso para ellos, usando las bandera de la conveniencia y de las empresas “off-shore”, establecidos en paraísos fiscales. Eso les permite obtener enormes ganancias, en comparación con los bajos salarios de los trabajadores.
Las consecuencias de la crisis capitalista de 2009 todavía es evidente en sectores de los obreros marítimos y de los estibadores. La crisis hizo que aumentara el desemleo en este sector.
En la actualidad, el trabajo inseguro, malpagado, duro prevalece en el sector, que pone en riesgo la salud o incluso la vida de marineros y estibadores. La navegación en barcos antiguos es algo muy común para cientos o miles de marineros. Los barcon muy frecuentemente se hunden, los barcos y su tripulación están, además, abandonados por sus propietarios regularmente. Muy a menudo, los trabajadores marítimos están abandonados muy lejos de su país, sin recibir su remuneración y por consiguiente, sin tener los medios de volver a su país, a sus familias.
Frente a esta situación, los obreros están reaccionando. El movimiento sindical internacional de este sector tiene una larga historia respecto a la organización de luchas. Historicamente, estos sindicatos son miembros de la FSM, defienden los derechos tanto de los trabajadores que viajar por el mar a bordo, como de los que trabajan en los puertos. Están en la primera linea de las movilizaciones, siempre presentes en la lucha al lado de los obreros. Las organizaciones internacionales militantes son las que unen a los trabajadores de cualquier nacionalidad y procedencia. Hoy en día, los trabajadores luchan por sueldos que les permitan vivir con dignidad, para satisfacer sus necesidades contemporaneas y las necesidades de sus familias, por condiciones laborales que les aseguren sus días libres, su salud su protección de accidentes laborales, por convenios colectivos que les aseguren tiempo diario y semanal que no supere las 8 y las 40 horas respectivamente, por sus derechos en la jubilación, por pensiones que le ofrezcan una vida digna después de concluir su vida laboral.
Tenemos que rechazar las propuestas de los sindicatos reformistas, que promueven la colaboración de clase, que quieren que los trabajadores estén bajo la influencia de los emleadores o los gobiernos, que firman acuerdos con los empleadores a expensas de los trabajadores, para obligarles aceptar tratos que fomentan los intereses de los empleadores contra los intereses legítimos de la gente del mar y de los estibadores. Estos sindicatos ofrecen la opción del “mal menor”, que lo presentan como algo necesario. En realidad, el menos mal, siempre debilita la posición de los trabajadores y prepara lo peor para ellos.
Navegantes y estibadores tienen que dar la espalda a estos sindicatos reformistas, tienen que tapar los oidos a las sirenas que intentan persuadirlos que los navegantes y los estibadores tienen los mismos intereses con los propietarios de barcos y los jefes. De hecho, los intereses son contradictorios, se trata de los intereses de los explotadores contra aquellos que sean los explotados, la explotación de algunas personas provoca la riqueza de otros.
Su explotación recuerda a los estibadores y a los marineros que forman parte integrante de la clase trabajadora, que trabaja por todas partes en la tierra firme, por el mar y en el aire, en todas las latitudes y longitudes y cuyos intereses son comunes, y diametricamente opuestos a los de los capitalistas.
Estibadores y navegantes necesitan sindicaton que provengan de sus rangos. Sindicatos de clase en la dirección de cambiar las relaciones de producción de la sociedad. Necesitan activistas militantes que procedan de la base y que crean en la fuerza de su clase. Aquellos que son capaces de organizar junto a los trabajadores las formas más avanzadas de lucha y resistencia, como las huelgas. Asimismo, no es ninguna coincidencia que el derecho a la huelga esté en el punto de mira de los capitalistas y de sus goviernos en la mayoría de los países.
Navegantes y estibadores deben participar masivamente en sus sindicatos de clase, tienen que reclamar sus derechos y lucha. Tenemos que aislar las voces contrapuestas de los que promueven la colaboración. Siempre hay que tener en cuenta que todo ha sido ganado a través de duras luchas, no se ha otorgado nada. Tenemos que darnos cuenta de que las mayores conquistas se verán amenazadas mientras la barbarie capitalista, que provoca la crisis, el desempleo, la miseria, el exilio y la guerra, sea dominante.
Nosotros, los amigos de la FSM en Suiza y en la Oficina Regional de Ginebra en el OIT, llamamos a los participantes de esta conferencia a agruparse alrededor de la FSM, a hacer sus sindicatos clasistas bastiones del movimiento laboral, a llevar una masiva e intransigente lucha para defender sus derechos sociales y sus salarios, sus condiciones laborales y de vida, para no aceptar las políticas que les condenan en el paro, en la precariedad, en la miseria, para luchar contra el sistema que explota su trabajo y hace a los obreros cada día más pobres y los propietarios de barcos más ricos y por una sociedad sin explotación del hombre por el hombre.