La FSM en nombre de sus 105 millones de trabajadores en los 5 continentes, con motivo del Día Mundial del Agua el 22 de marzo, intensifica su lucha constante por el derecho al libre acceso al agua potable y segura con garantía de su cantidad y calidad para toda la población.
El agua limpia, el saneamiento y la higiene (WASH) son esenciales para la salud y el bienestar humanos, y son especialmente importantes en el contexto de los brotes de enfermedades infecciosas. Sin embargo, en los últimos años, el 80% de los países han informado de una financiación insuficiente para cumplir los objetivos nacionales de WASH, mientras que el 29% de la población mundial no tiene acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, libres de contaminación, microorganismos, productos químicos y elementos radiactivos, aceptables en cuanto a color, olor y sabor, situados en el lugar y disponibles cuando se necesitan. Además, el 40% de los hogares de todo el mundo carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en su hogar. (OMS – Estadísticas Sanitarias Mundiales 2021). Además, cada día mueren 1000 niños por beber agua contaminada, según UNICEF.
Incluso antes del estallido de la pandemia de COVID-19 se registraron cientos de miles de muertes debido al agua potable insalubre, el saneamiento inseguro y la falta de higiene (870 000 muertes en 2016). El acceso al agua debe cumplir con la accesibilidad física, económica, el acceso a la información y el acceso sin discriminación. La comercialización del agua provoca condiciones de vida insalubres y muertes. La mayoría de las muertes por falta de agua y saneamiento se registran en África que, aunque es responsable de menos del 4% de las emisiones de gases de efecto invernadero, se ve gravemente afectada por el cambio climático con una tasa de mortalidad cuatro veces superior a la media mundial.
Además, incluso en 2020 -tras el estallido de la actual pandemia de COVID-19- los centros de atención sanitaria se enfrentaban a enormes dificultades, ya que una cuarta parte de los centros de atención sanitaria carecían de servicios básicos de agua, lo que exponía a 1.800 millones de personas, y uno de cada tres no disponía de instalaciones para la higiene de las manos en el punto de atención. Asimismo, un tercio de los centros sanitarios no segregaba los residuos de forma segura y uno de cada diez carecía por completo de servicios de saneamiento (OMS – Estadísticas Sanitarias Mundiales 2021).
La Federación Sindical Mundial se solidariza con los cientos de millones de personas que sufren la distribución desigual de los recursos naturales, la falta de agua potable y de instalaciones sanitarias y reitera su firme posición, exigiendo:
La Federación Sindical Mundial se solidariza con los cientos de millones de personas que sufren la distribución desigual de los recursos naturales, la falta de agua potable y de instalaciones sanitarias y retira su firme posición, exigiendo:
Recogidos, procesados y distribuidos a bajo coste o incluso gratuitamente al grifo del consumidor bajo la responsabilidad central de un transportador publico unificado sin participación de empresas privadas, y de acuerdo con todas las normas de ingeniería sanitaria, que exigen:
Las disposiciones legales en materia de seguridad, cuya existencia es un requisito previo básico para alcanzar los niveles de calidad del agua, deben mantenerse bajo constante observación.
– El control de la calidad del agua y su cumplimiento de todas las condiciones relativas deben ser realizados por las autoridades públicas.
– Las autoridades públicas deben emprender directa y eficazmente todas las acciones correctivas necesarias en los casos de divergencia del agua respecto a los límites de seguridad establecidos por la legislación pertinente de cada estado.
El agua es un bien social, no una mercancía