La FSM ha establecido el 1 de septiembre, el aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial por el ataque Nazi de Alemania en Polonia, un día importante de lucha de los sindicatos por la paz.
El 1 de septiembre es un día de conmemoración y honor para los millones de víctimas de las atrocidades nazis y fascistas de la Segunda Guerra Mundial, pero también para todas las víctimas de las guerras imperialistas, para todos los que pagaron con su vida los antagonismos imperialistas, los extremos nacionalistas y la bulimia capitalista por la expansión y más beneficios para el capital y los monopolios multinacionales.
El Día Mundial de Acción de este año adquiere un significado especial en vista de los inmensos peligros y amenazas a los pueblos y a su derecho a vivir en paz, que se han intensificado peligrosamente , como lo demuestra el conflicto de Estados Unidos, la OTAN y la UE con Rusia, la invasión rusa de Ucrania y la guerra imperialista que ya lleva 6 meses, así como el enfrentamiento entre Estados Unidos y China.
El mundo se enfrenta a una fase de extrema intensificación del antagonismo político, económico y militar por el control y la explotación de los recursos económicos de nuestro planeta. Los pueblos pagan el coste del antagonismo imperialista con la muerte, los refugiados y el deterioro de sus condiciones de vida y de trabajo.
Bajo la responsabilidad de EE.UU. y sus aliados europeos se fortalece la alianza imperialista de la OTAN que, con el Nuevo Concepto Estratégico decidido en la reciente cumbre de Madrid, intensifica su agresión y se expande por todo el planeta.
La intensificación de la lucha contra la OTAN y cualquier alianza imperialista adquiere gran importancia, es un imperativo para los pueblos.
Los pretextos que utiliza sobre el llamado choque entre las fuerzas de la “democracia” y el “autoritarismo” son refutados por la experiencia de los pueblos, por las guerras e intervenciones en Yugoslavia, Palestina, Líbano, Libia, Siria, Chipre y tantas otras zonas, provocaron la pérdida de innumerables vidas, millones de refugiados y desplazados y llevaron a pueblos enteros a la devastación y la miseria.
El esfuerzo de los imperialistas por aparecer hoy como defensores del derecho internacional y de los derechos humanos es descaradamente hipócrita y no puede ocultar su propio papel sucio en los acontecimientos internacionales.
La paz mundial no puede protegerse mediante la militarización o el patrocinio de todo tipo de ideologías nacionalistas y fascistas de extrema derecha. La paz mundial no puede basarse en sanciones y guerras económicas. Los que, por principio, defienden el derecho de los pueblos a vivir en paz, luchan contra los explotadores y los opresores de los pueblos, para la eliminación de las causas de las guerras imperialistas, de la retirada y el desmantelamiento de la OTAN y de todas las coaliciones militares, la abolición de las armas nucleares y el respeto de la independencia y la soberanía de todos los países.
La guerra en Ucrania profundiza, aún más, la crisis capitalista que una vez más intentan hacer recaer sobre los hombros de los trabajadores y las capas populares.
El desempleo y la inflación están socavando sin piedad el nivel de vida de los trabajadores en un momento en que los salarios no sólo permanecen estancados sino que, con el pretexto de la pandemia y la crisis, se reducen en muchos casos.
Con motivo del 1 de septiembre, Día Mundial de Acción Sindical por la Paz, la FSM llama a todos los sindicatos de clase a organizar acciones antibélicas y antimperialistas y movilizaciones en defensa de la paz y la cooperación de los pueblos, contra las guerras e intervenciones imperialistas, contra el militarismo y la militarización de las relaciones internacionales, contra las prácticas imperialistas de sanciones, bloqueos y guerras económicas.
Por la disolución de la OTAN y de todas las coaliciones militares, por la eliminación total de las armas nucleares, por el respeto de la independencia y la soberanía de todos los Estados y por el derecho de cada pueblo a decidir su propio futuro y el camino de su desarrollo económico y social.
Por el derecho de cada pueblo a decidir su propio futuro contra la explotación capitalista y justicia social.
La FSM hace un llamamiento a todos los trabajadores para que se organicen lo más masivamente posible, para que se afilien, apoyen y fortalezcan los sindicatos clasistas para que sus luchas sean más decisivas y eficaces. Sólo a través de las luchas organizadas de masas y orientadas a la clase podemos derrocar el sistema global de explotación impulsado por los capitales financieros internacionales y las fuerzas imperialistas y las correlaciones por otro camino de desarrollo global. Por un camino que sirva a los trabajadores y a los pueblos y no a los intereses de los imperialistas y de los monopolios de las empresas. Por un mundo sin guerras e intervenciones imperialistas, sin explotación del hombre por el hombre.
El Secretariado