La Federación Sindical Mundial, en nombre de sus cientos de afiliados y de sus 105 millones de trabajadores de 133 de los 5 continentes, conmemora el Día Mundial de la Salud y reitera su firme demanda de acceso gratuito a la sanidad pública para todos.
Rendimos homenaje a la abnegación de los trabajadores que durante la pandemia lucharon por la sanidad popular y produjeron todo lo esencial para la vida. Rendimos homenaje a los heroicos médicos, enfermeras y científicos de todo el mundo que extendieron su solidaridad internacionalista en la práctica y viajaron por todo el mundo para ayudar a sus pueblos necesitados. En la orilla opuesta, la clase burguesa volvió a ver una “oportunidad” en la crisis. Utilizaron la pandemia como una excusa de oro para recortar empleos y salarios, deslocalizar fábricas y poner a los sindicatos en el punto de mira, aumentando la violación de las libertades sindicales y los derechos laborales.
Tres años después del estallido de la pandemia de Covid-19, es evidente la importancia de una asistencia sanitaria universal, pública, gratuita y adecuada, y es obvio el fracaso del capitalismo a la hora de gestionar una crisis de este tipo. La pérdida de tantas vidas durante la pandemia de Covid-19 no fue un fenómeno natural inevitable. Mucha gente perdió la vida debido a la falta de acceso a una sanidad pública y gratuita y a las políticas antipopulares de los gobiernos burgueses, que dieron lugar a hospitales con escasez de personal y financiación. Muchas empresas médicas obtuvieron enormes beneficios aprovechando la pandemia. Las vacunas, en lugar de suministrarse gratuitamente a todas las personas y países, se priorizaron los países que más pagaban, y a algunos países se les negó la importación de vacunas debido a antagonismos políticos e imperialistas.
Además, la oleada de despidos creó parados desprotegidos sin seguro médico, haciendo inasequible la hospitalización y provocando muchas muertes que podrían haberse evitado. Además, incluso antes de la pandemia, los desbordados sistemas hospitalarios no podían hacer frente al resto de necesidades sanitarias de la población, dejando incluso a personas con enfermedades y afecciones peligrosas sin el tratamiento adecuado.
La FSM saluda a sus afiliados, los sindicatos clasistas y combativos de todo el mundo, por sus incesantes luchas en defensa del derecho innegociable de todas las personas a una asistencia sanitaria universal, pública, gratuita y adecuada, y hace un llamamiento a sus afiliados para que intensifiquen sus esfuerzos y permanezcan al frente de esta lucha vital.
La sanidad no es una mercancía, ¡es un derecho fundamental!