El sindicato de manufactura de cuero en Argentina, en los últimos meses, ha notado la presencia de personas ajenas al sindicato, que han estado acechando y entrando a la sede de manera sospechosa. Asimismo, algunos miembros de la comisión directiva (entre ellos nuestro secretario general) han sido seguidos de diversas formas y calibres.
El 24 de marzo, un hombre de absoluta tranquilidad e impunidad, entró en su sede dejando una pista pegada en la puerta de entrada desde dentro, para luego volver y continuar el camino en la misma dirección por la que vino.
Creemos que es una forma (que recuerda a los peores momentos de nuestra historia) de dejar un mensaje intimidatorio y mafioso que busca amedrentar a la organización creando una sensación de vigilancia y vulnerabilidad.
Cabe destacar que este último y repulsivo hecho se produce luego de que el 24 de marzo el sindicato en Argentina realizara un activismo en la entrada del edificio sindical con fotos y reseñas de nuestros compañeros detenidos, desaparecidos y asesinados por la última dictadura político-militar fascista.
Denunciamos estos hechos intimidatorios y destructivos, que forman parte de una descarada escalada fascista que, como dijimos, busca utilizar métodos anacrónicos para generar miedo, parálisis y malestar en las organizaciones populares que defienden la historia, el presente y el futuro de los trabajadores