La Federación Sindical Mundial expresa su plena solidaridad a la Unione Sindicale di Basi (USB) y a todos los trabajadores italianos ante la huelga general convocada en Italia para los sectores público y privado el 27 de enero, como protesta ante las medidas antiobreras que el gobierno italiano, la UE y el FMI pretenden aplicar en Italia para hacer que los trabajadores paguen por la crisis capitalista.
Todos los problemas se presentan como “problemas nacionales”, ocultando así la naturaleza clasista de la crisis. A pesar de los esfuerzos sistémicos de la clase dirigente por mostrar la crisis económica como un problema “nacional” y como algo que exige un “esfuerzo conjunto de todos”, la actual crisis del capitalismo demuestra nuevamente que el capital siempre intenta salir de las crisis colocando la carga sobre la clase obrera y el resto de sectores populares pobres.
La crisis financiera, junto con los problemas agravados que supone para las masas obreras, constituye una gran oportunidad para que los trabajadores se fortalezcan, organicen su propia lucha, pongan en primer lugar sus propias prioridades y sus propias necesidades, encuentren su propia vía de desarrollo social y económico en beneficio de los trabajadores y no de los capitalistas.
La Federación Sindical Mundial, que representa a 82 millones de trabajadores en 120 países de todo el mundo, envía un mensaje de solidaridad a la lucha de los trabajadores italianos. Consideramos que hoy es muy grande la necesidad de “luchas coordinadas entre las fuerzas sindicales con orientación de clase en Europa”. Junto a ello es necesaria la lucha contra las medidas antiobreras, la denuncia del papel de los sindicatos pactistas, el papel de los burócratas del movimiento sindical que, en realidad, están apoyando las estrategias de las multinacionales.
Los trabajadores unidos jamás serán vencidos.