Por lo menos 30 afganos perdieron la vida y 7 se lesionaron a causa del derrumbamiento de un túnel de una mina de oro, en el Norte de Afganistán. Durante el derrumbamiento, 50 personas estaban en la mina.
Pobreza, hambre y empobrecimiento obligan a la gente a recurrir a trabajos peligrosos, por su vida, para sobrevivir. Los 30 afganos se añadieron al interminable listado de la gente que murió, intentando crear un futuro mejor para ellos y sus familias.
Bien un trabajador se ahoga en el mar, intentando evitar las guerras imperialistas o bien está enterrado en un túnel en mina, tratando de ganar la vida, es una víctima más de la barbaríe que supone condiciones inhumanas de vida y laborales, para millones de personas.
La Federación Sindical Mundial expresa sus sinceras condolencias a las familias de las personas matadas y llama a los trabajadores de todo el mundo a unirse con los rangos del movimiento sindical de clase, intensificando las luchas por un mundo sin explotación.